Sofía tomó la comunión este domingo y mi amiga Bea quiso hacerle un regalito muy dulce y tan bonito como ella.
Levaba dos tipos de bizcocho, un esponjoso bizcocho de vainilla entre dos planchas de bizcocho de nata más contundente para que aguantara el largo camino de 350 km que le esperaban, todo ello relleno con un buen ganache de chocolate con leche.
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El topper de la tarta era como no, una preciosa nena de comunión con su esperado vestido, es el día que todas nos sentimos princesitas, realizado todo con fondant.
Aquí se aprecian por detrás los detallitos del vestido, los botones y el lazo.
Y por delante una caída de margaritas simulando el manto de flores que pisan cuando salen de casa.
Espero que os guste tanto como a ella. Nos vemos, besitos!!!
Holaaaa te quedo preciosa la tarta, te escribí un mensaje en el post anterior, comunicate conmigo por fis.
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